Reseña de El Adversario, de Emmanuel Carrère


Un relato escalofriante, una historia real que nos sume en el estupor, que es un viaje al corazón del horror, un libro excepcional que ha sido comparado con "A sangre fría" de Truman Capote.
El 9 de enero de 1993, Jean-Claude Romand mató a su mujer, sus hijos, sus padres e intentó, sin éxito, darse muerte. La investigación reveló que no era médico, tal como pretendía y, cosa aún más difícil de creer, tampoco era otra cosa. Mentía desde los dieciocho años. A punto de verse descubierto, prefirió suprimir a aquellos cuya mirada no hubiera podido soportar. Fue condenado a cadena perpetua.
"Yo entré en relación con él, asistí a su proceso", dice el autor. "He intentado relatar con precisión, día tras día, esta vida de soledad, de impostura y de ausencia. Imaginar lo que bullía en su mente a lo largo de las horas vacías, sin proyecto ni testigos, cuando se suponía que estaba trabajando y en realidad pasaba el tiempo en parkings de autopistas o en los bosques del Jura. Comprender, en fin, lo que en una experiencia humana tan extrema me ha tocado tan de cerca y que nos afecta, creo, a cada uno de nosotros".

Que no los engañe esa portada horrible. Este es un libro que, donde lo encuentres, tenés que leer.

Lo descubrí por recomendación de Eugenia Zicavo y Nicolás Artusi (click en sus nombres para ir a sus perfiles de Twitter), que tienen un podcast en Posta donde hablan de libros, llamado Señaladores (si no saben lo que es un podcast, vayan a leer el artículo que escribí sobre eso). La cuestión es que desde que lo recomendaron me quedó una fijación con esta historia, que por cierto es real, y en cuanto pude pasar por una librería revolví todo hasta encontrar el libro. Llegué a mi casa y en dos sentadas (que podría haber sido sólo una, de no ser por mi reciente afición a quedarme dormida temprano) lo terminé. Gasté veintiséis post-it, algo insólito en mi historial de lectura. Y mi mente todavía está intentando recomponerse de la impresión que me generó esta historia.
Carrère es un escritor francés, y como tal no se libra de esa impronta tan especial que suelen tener sus coterráneos. Un estilo profundo pero a la vez desapasionado, lleno de reflexiones extremadamente interesantes, y, por supuesto, de referencias a grandes autores de la literatura, la filosofía y el psicoanálisis (aunque éste no sea mi enfoque psicológico de preferencia, puedo disfrutarlo al ser un texto de intenciones puramente estéticas y de entretenimiento).

Este libro no es una novela, sino un texto de no ficción, una narrativa contada desde el punto de vista del autor pero que a su vez conserva un cierto encanto literario. Carrère en todo momento busca exponer con la mayor objetividad posible los hechos, pero al mismo tiempo reflexiona profundamente sobre el caso, y, sin poder evitarlo, sobre la naturaleza humana.


Para mirar de frente, sin complacencia morbosa, la oscuridad en que ha estado usted, en la que todavía se halla inmerso, hay que creer que existe una luz bajo la cual todo lo que ha sido, incluso la desdicha y el mal excesivos, se nos hará inteligible.

Jean-Claude es un hombre amable, pacífico, vacío. No es posible ir más allá en la descripción de este personaje que es una persona real (DIOS MÍO, ESTE SER EXISTE DE VERDAD), porque eso es todo. Este hombre es una mentira, es un ser bidimensional: de un lado está la farsa, del otro lado el vacío. Jean-Claude es un misterio, es un agujero negro de identidad. Así lo describe el equipo de psiquiatras que lo examinó después de la tragedia:

Le será para siempre imposible ser percibido como auténtico, y él mismo tiene miedo de no saber nunca si lo es (...) él mismo no sabe qué creer, porque no tiene acceso a su propia verdad, sino que la reconstruye con ayuda de las interpretaciones que le ofrecen los psiquiatras, el juez, los medios de comunicación.

Para poder escribir esta historia, Carrère mantuvo durante varios años una relación epistolar (por carta, dicho en criollo) con Jean-Claude Romand. Transcribe en este libro algunas de las cartas que intercambiaron, tanto las suyas propias como las que le envió Jean-Claude. Sorprende leer la tranquilidad con la que este hombre es capaz de hablar de las cuestiones que lo llevaron mentir durante 20 años y cometer cinco asesinatos a sangre fría. Sorprende la autocompasión que lo domina, y que ignora (o elige ignorar) que la muerte de su familia se produjo por su propia mano, una mano fría, implacable, indiferente.

Carrère navega entonces entre la concepción de la bestia, del monstruo que asesinó a su esposa, a sus hijos, a sus padres y a su perro, que mintió y estafó descaradamente a todos sus seres queridos; y el ser manifiestamente amable e inofensivo, frágil en su fuero más íntimo, incomprensible para todo el mundo, incluido él mismo. El autor se hunde en la psicología de este hombre y vuelve a salir a la superficie sin haber encontrado nada. Jean-Claude será para siempre un misterio.


Una mentira, normalmente, sirve para encubrir una verdad, algo vergonzoso, quizá, pero real. La suya no encubría nada. Bajo el falso doctor Romand no había un auténtico Jean-Claude Romand.

Respecto de la trama del libro (si es que puede llamarse así, dado que es una narrativa de no ficción), el autor centra el desarrollo de la historia en el juicio de Romand, pero al mismo tiempo, al mejor estilo El exorcismo de Emily Rose, nos cuenta la vida del asesino a través de flashbacks y de los testimonios de los testigos, desde su infancia hasta el momento en que decidió dar el golpe final para destruir las vidas de todos a su alrededor. Busca, sin encontrarla, una razón biográfica para las atrocidades que llegó a cometer, y describe con incredulidad las largas horas vacías en las que Romand se encontraba con su identidad imposible: la nada.

Finalmente, respecto al tema del libro voy a hacerme a un lado y ceder la palabra a uno de los críticos que aparecen en la contraportada de la edición publicada por Anagrama: Jérôme Garcin, de la revista francesa Le Nouvel Observateur, que describe a El Adversario como un "libro magistral sobre lo falso, la ilusión y los dobles maléficos". Creo que yo no podría haberlo dicho mejor, aunque agregaría una cosa: este es un libro que habla también sobre la identidad, y sobre la imposibilidad de aprehender esa faceta de la naturaleza humana una vez que la has asociado de una manera tan acérrima a la falsedad.

Porque todos construimos nuestras propias máscaras. Todos nos narramos a nosotros mismos una historia sobre nuestra vida, sobre quiénes somos. Y todos nos esforzamos por creerla, por legitimarla, por hacerla real. Solo que Jean-Claude fue más allá, creó su historia y jamás la actuó, jamás se asió de lo concreto para sostenerla. Y un día, porque solo era cuestión de tiempo, todo se desvaneció.


Me parece que empiezo a percibir esa voz interior cargada de sentido que hasta ahora sólo ha podido manifestarse a través de los síntomas o del paso a los actos. Tengo la intuición de que es esencial oír en mí una palabra que encuentre confirmación escuchando a otro y a lo que habla dentro de él. Me parece también que esa imposibilidad que usted tiene de decir "yo" a propósito de mí procede en parte de mi propia dificultad de decir "yo" respecto a mí mismo (...) es cruel pensar que si hubiese tenido, a tiempo, acceso a ese "yo" y, en consecuencia, al "tú" y al "nosotros", habría podido decirles todo lo que tenía que decirles sin que la violencia hiciera imposible la continuación del diálogo.
Jean-Claude Romand, en una carta a Carrère. 1996

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11 comentarios

  1. Hola!!
    Me alegro que te haya gustado, por el momento no creo que me anime
    Un saludo :)

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  2. Cuando leí en la sinopsis que lo relacionan con "A sangre fría", necesité leerlo. Lo voy a conseguir inmediatamente... Me gusta lo de las cartas, me hizo recordar a "la verdad sobre el caso Harry Quebert" por tu reseña.
    Yo no pienso que los franceses sean pedantes :p Pienso que algunos humanos lo son, pero que su nacionalidad no los condena uwu
    Nos leemos!

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    1. Más vale, solo fue un chiste! Jajajaj
      Gracias por comentar!

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  3. Hola.. Me ha gustado mucho la reseña y al igual me ha dado mucho gusto que te haya encantado ♥.. Me ha llamado mucho la atención y si tengo la oportunidad algún día lo leere..
    Gracias por la reseña♥

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  4. Ay me super engancho! Juro que lo voy a leer!
    Me encanto la reseña Sofi!
    Te mando un saludo enorme!

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  5. Hola Sofi! Cuanto hacia que no pasaba por tu blog. Siempre me encantan tus entradas porque traes cosas que desconoco, como este libro. La historia no es muy mi tipo pero me conquistaron las frases que citate, no solo por su contenido sino por la forma en la que estan escritas. Lo anoto, quias algún día me cruce con él.
    Me alegro mucho de que te haya gustado, besos♥

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  6. Hola! Creo que es uno de esos libros que estoy necesitando para variar y cambiar un poco el estilo de lo que leo ultimamente. Gracias por la reseña, Un beso!

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  7. ¡Hola Sofi!
    La comparación con "A sangre fría" ya le otorgó un punto a favor.
    Personalmente, los libros de no ficción son mis favoritos (aunque son los que menos suelo leer... una pena). Y si tienen asesinatos, mejor.
    Me llama mucho la atención el hecho de que el autor reflexione junto con la historia. Me hace pensar que no solo vemos el desarrollo de Jean-Claude si no también el de Carrére a lo largo de la trama.
    En este momento solo puedo pensar en el largo trabajo del autor, recorrer la vida de Jean-Claude a través de flashbacks en el libro conllevan un trabajo envidiable, de hecho una de las cosas que mas me atrae de esto es ver los dos lados de Romand: el que todos creían conocer y el real.
    Respecto a buscar una razón biográfica para todo lo que hizo me parece algo muy normal. Siempre vemos noticias sobre asesinos en la tele y el típico "¿Cómo habrá sido su infancia para desembocar en tal monstruosidad?" y a veces se mantiene en un gran misterio.
    En fin, ¡me encantó tu reseña! espero poder encontrarlo pronto.
    ¡Besos!

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  8. Hola!
    No soy muy dada a la no ficción pero este libro me ha llamado la atención y me gustaría mucho leerlo. Me lo llevo apuntado! Gracias por tu opinión ^^
    Un beso

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  9. Hola!
    Esta vez lo dejo pasar, no soy ,muy dada a este tipo de novrlas.
    Un beso

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  10. ¡Hola Sofi! Muchas gracias por pasarte por mi blog y pararte a comentar...
    Me ha encantado esta reseña, me gustan mucho las publicaciones de esta editorial. Besitos.

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